Wednesday, January 03, 2007

Un, dos, patata y arroz

Amanece, poco a poco. Me asomo a la ventana pero el sol sigue en la cuna. Resaca de villancicos.
Ya pasó. Se tragó la boa constrictor el plato de navidad. Ahora digiere a paso de burra. Los portales siguen decorados con rancio abolengo y los árboles de las avenidas con lucecitas azules a lo pista de aterrizaje.
Pero todo eso era del lado de allí. Ahora ya tengo los pies en las nubes del lado de aquí, que es el que está más allá de todos. Mira, un pino en una grúa.
Casa-consecuencia, por eso está bien volver de vez en cuando, para saber en qué punto del cuento te has suspendido. Allí miro el espejo, aquí veo como el reflejo se mueve, enreda, hace y deshace, mira, ahora sin manos, no me caigo y hoy me he pintado los labios sin salirme de la raya. Deja que te pinte un beso autónomo, ¡qué breve eres de abrazar! Adiós, adiós, agitas todo el brazo al despedirme, y como si fuera una varita mágica con él se vuelve el aeropuerto humano. Me han dejado pasar por los rayos x el roscón de nata, si le ofrezco un trozo a la policía, sabrán dónde se esconde el haba. Vuela, pato, vuela (dijo aquella vez la niña mientras le rompía la pata a la carraca, que se estrelló contra el suelo y con los años resultó ser una oca, pico y pata).
Pista, pista, que me he recortado y me lo creo.
Feliz nuevo año, no hacerlo viejo.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

La existencia parece un agujero negro que se lo traga todo.

3:18 AM  

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