Saturday, December 02, 2006

Coppelia

Ayer salí a rascarme el trozo de la espalda donde se me acumulan las ganas de ruido, alboroto y de romper platos. Mi querida amiga exponía por primera vez sus fotos en Berlín, primera para mí al menos, en un lugar maravilloso. Un éxito.
A mí se me acabo la noche antes que al resto y en esos casos lo mejor es irse a casa. Caperucita camina pegadita al arcén y de vez en cuando se vuelve para buscar taxis, nada, y sigo andando con las manos en los bolsillos, si me caigo frenaré el golpe con la frente y me romperé el pantal
ón. El consuelo de los torpes es que nos hacemos resistentes.
Algo frena detrás de mí y me sigue, me está siguiendo, lleva ya un rato olíendome los pasos. Es una furgoneta cutre y vieja de la cual se baja un cutre y me mira ensuciándome y como no tengo nada que ganar le digo muy despacito, hijo de puta.
A lo lejos veo un taxi y como ya he dicho todo lo que tenía que decir corro, Lola rennt.

1 Comments:

Blogger José Tindón said...

Sabemos que uno por uno es uno,
pero un unicornio por una pera
no sabemos cuanto es.

Sabemos que cinco menos cuatro es uno, pero una nube menos un barco
no sabemos cuanto es.

Sabemos que uno mas uno hacen dos
pero yo contigo
no sabemos, ah, no sabemos cuanto hacemos.

Ah, pero un edredon
multiplicado por un conejo
es un pelirrojo, seguro.
Un caballo menos un tranvia
es un angel.

Solamente tu conmigo
multiplicados y divididos
aumentados y disminuidos
permanecemos los mismos...

Desaparece de mi mente!
Vuelve a mi alma!

1:26 PM  

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