Y mientras, ¿Qué hará Julieta?
Me miro y me veo abrazando el mundo y a mi gata con él entre sus patas que me rascan allá donde me pica y yo no alcanzo porque llevo días usando mis manos en darme latigazos por motivos surtidos, polvorones de roscos de vino que sobran siempre de un año para otro. Y me alivia mi gata liviana.
Me dan miedo muchas cosas, entre ellas, tener miedo, porque sé que quien tiene miedo no cruza la mar. Me da miedo ir pesando las piedrecitas que voy escribiendo, Pulgarcita que se vuelve de reojo, y me traiciona un ligero temblor en la muñeca vestida de azul de la mano derecha, claro que tampoco pasa nada porque nadie me esta mirando con mi polisón de nardos trastabillar estozolarme saltar la rayuela con pata de gallina turuleta que avanza pisando huevos. Salvo yo misma que sí me veo a través del espejo claro, y de la ira que me grita de verme temblequear cual merenguito tonto, -"¡Qué le corten la cabeza!" me van saliendo palabrejas pedregosas para crearme y creérmelo un rato antes de salir huyendo, luna luna luna, pero hacia adelante.
Eso por un lado, y por el de aquí me levanta la Comunidad la ceja inquisidora, porque esta idea les huele a chamusquina. ¿Hablarás de cine? ¿Hablarás de literatura? ¿Hablarás de ciudades, de mapas, de calles, de perros callejeros quizás? Pues mire usted, tampoco. ¡Acabáramos! Entonces hablará de nosotros. Piensa Repelente Niño Vicente mientras repliega velas a toda prisa, que risa. Pues no sé muy bien que voy a contar, contaré hasta diez, dijo la Locura, y el último en esconderse será el Amor, ésta sería una bonita forma de empezar, la dejaré para mañana tapada con albal; conociéndome as I don´t contaré cuentos llenos de recovecos y en el mejor de los casos habrá huecos como el de una muela a los que no llegue el eco de la que se esta armando ahí fuera. No será nada del otro mundo, será más bien de éste. En fin, que no cunda el pánico más que el arroz, no voy a desmenuzar salmones de carne y marfil para dar cebo sin espinas a los tiburones y de paso arrancarme la postilla del ser o no ser, escribir o no escribir, eso se lo dejo a otros, los tropezones de la paella también. Y los primeros serán los que cosechen éxitos pero los últimos en el reino de los cielos, y ahí me pienso sentar yo sobre ocho cojines para que se pierdan lo mejor de la peli igual que ahora yo me pierdo lo mejor de la paella. Soy una pirata honrada pero pirata al fin y al cabo, y no me es grato dejarlos sueltos. Y si no lo digo reviento.
Me estoy liando la cabeza de mantas y me hace tanta ilu querer contar tantas cosas mariposas, como aquella del metro de Paris que esquivaba la estulticia de los cagaprisas, otra que tengo que contar, se me acumula el trabajo, a ver, que me lo apunte. Yo creo que por hoy ya vale. Ni despejo dudas ni se aclaran los cielos por esta apartada orilla. Al final no he dicho nada de lo que quería decir, con lo bonitas que me habían quedado las frases para impresionar que había embotado y que se echarán a perder, en fin, en principio esto no lo va a leer nadie, y los que lo van a leer se van a buscar y se van a reír de medio lao, me encanta lao, cuando me encuentren, te pillé, zas, has caído entre mis garras mangurrián!
Feliz 30 cumpleaños, hermanita, me estás oyendo o crees que estoy hablando mal de tiiiii mi amooooorr? Ves que ya no escucho música triste los domingos, solo un poquito, la puntita nada más, y hoy celebro que tú estés viva y que vivas como quieras, esto último sobre todo, que quieras, que sigas queriendo, porque el que quiere no se ahoga, dale a los pies hermanita linda, cosa bonita, cosa guapa, bruja hermosa. Había una vez.
3 Comments:
escribir para descubrir
escribirse sin describirse
¡Qué cansado estoy de navegar conmigo! A locas brazadas. Si pudiera fundirme con el trueno. Si pudiera ignorar mi vida. Si pudiera liberar mi pensamiento. Deslizarme con las olas mar adentro. Desnudo de alegría. Vivo sin remedio
Te remiendo unos remedios tontilocos? Enseguida se funden y confunden rayos y centellas, serán sólo unos segundos en el micro, yo no tomaré si no te importa, no me gusta el queso.
¡Qué cansado!, ¿falta mucho? Apartas sapos y culebras con tus brazadas cuerdas y yo miro como te rehabilitas con mi casco azul.
Vístete anda, caracol col col.
Vivir sin hacer nada,
Cuidar lo que no importa
Y si todo sale mal.
Saber ser el rey
de un palacio de invierno.
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